Una experiencia mística

Publicado el 10 de marzo de 2025, 13:08

Una de las muchas noches acostada en mi cama, consciente de soñar, un escalofrió me recorrió el cuerpo y permaneció estancado  en mí, entumeciéndome y paralizándome. Empecé a sentir que flotaba, rígida ascendí lentamente, sin poder hacer ningún movimiento. Sabia que como me opusiera a esa sensación desaparecería, pero yo quería ver donde me llevaría, por lo que desistí de asumir el control. Sentí como algo tiraba hacia arriba de mí sacándome con poco esfuerzo del cuerpo tendido en la cama. Mire hacia abajo girando ligeramente el cuello para no cortar la conexión y me vi postrada en la cama durmiendo plácidamente, no sentí miedo, cerré los ojos y me deje llevar mas lejos. Cuando abrí los ojos estaba volando. El edificio donde vivo se hacia más y más pequeño hasta ver la ciudad al completo. Todo a mi alrededor se  alejaba, sin darme cuenta estaba viendo la tierra desde el espacio.

Es difícil de explicar  lo que sentí, euforia quizás, había visto muchas veces esa imagen de la tierra suspendida en el espacio, majestuosa, pero lo que estaba viendo no era una foto, era real, el movimiento de las nubes, el cambio de luz, el halo protegiéndola y variando de color. Fue una experiencia que lleno a mi ser de compresión y anhelo, sabia que lo que esta vislumbrando era real e inexplicable. 

Me inundo una sensación de confusión, pero a la vez, discernimiento. ¿Qué habría mas allá? Estaba decidida a averiguarlo. Me arme de valor embriagada de entusiasmo y ve aventure a adentrarme más en ese paisaje reconocible pero nuevo. Viaje deprisa, las estrellas se estiraban pareciendo rayitas en un lienzo legro, de repente pare sin ser consciente de querer hacerlo. Mire en todas direcciones, estaba rodeada de estrellas, miles y miles de puntitos brillantes, pero también se veía una brecha rompiendo el espacio, un abismo oscuro lleno de estrellas y franqueado por una luz tenue difuminada por una nube de polvo negro que salía de la brecha. Me recordaba a alguna imagen que vi de la Vía Láctea pero mas colorida, con un brillo propio. De repente algo tiro de mi y mi viaje continuo, rápidamente me aleje. Vi como ese increíble paisaje desaparecía en la distancia, una tristeza se poso en mi sabiendo que nunca más podría ver algo así. Cerré los ojos con el deseo de grabar en mi mente lo que vi, para no olvidar lo espectacular de este viaje. Abrí los ojos entusiasmada, impaciente de ver que más descubrimientos y maravillas me esperaban esa noche.

Mi viaje siguió constante, hasta que paré nuevamente y aparecí en medio de una cruenta batalla. Dos naves maniobraban para esquivar los disparos de sus enemigos. Eran oscuras con formas extrañas y grandes como una montaña. Cuando algún disparo llegaba al casco se absorbía sin daños. Estaba de piedra, como podía estar viendo esto, dos naves iguales disparándose. Quise acercarme más para ver si podía ver a los seres que estaban dentro. Intente acercarme a una de esas naves y algo me lo impidió, tiraba de mi alejándome del enfrentamiento. Me resistí frustrada, estaba tan cerca de conocer a esos seres, pero seguía alejándome. Me resistí nuevamente, me opuse a moverme, quería volver, pero en lugar de eso me desperté. Una tristeza se apodero de mi, convirtiéndose en enfado conmigo misma, si me hubiese dejado llevar, si no me hubiese opuesto quizás podría haber visto más, mucho más. Me dije a mi misma que la próxima vez lo haría mejor, pero hasta el momento no ha vuelto a pasar. Perdí la oportunidad de descubrir que más maravillas me podrían haber mostrado. Atesorare esa experiencia hasta el día que muera y pueda viajar por mi misma y ver lugares inimaginables e inalcanzables en esta vida.


Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Crea tu propia página web con Webador